Las canciones muestran un orden lógico en su aparición, pues tratan las melodías según su grado de dificultad.
En "El pino verde" se presenta una melodía bitónica, con las notas "sol" y "la".
El bitonismo de la canción anterior se ve ampliado con la aparición del "mi", para crear una melodía tritónica, como es la de "Aserrín-aserrán".

Nuevamente se vuelve a ampliar la paleta melódica usada, ahora con la aparición de una cuarta nota, el "do" en la canción "Repican las campanas". Con la aparición y uso de estas cuatro notas, "do", "mi", "sol" y "la", es posible la elaboración de canciones tanto en la tonalidad de Do Mayor como en la de La Menor.
Volvemos a dar un paso adelante en la elaboración melódica de las canciones para infantil. En este caso el avance viene dado por la aparición de un compás de división ternaria. Hasta ahora hemos trabajado con división binaria, pero en "Los patitos" trabajamos un compás de 3/4 tan típico de nuestro folklore.
Otro ejemplo de lo anterior: "Vamos borriquito".
La aparición del "re" completa el ciclo para el tratamiento pentatónico de la melodía. Su introducción es delicada por lo que debe tratarse sin demasiada dispersión. De ahí que, en la canción "Contar los dedos" sólo se establezca el intervalo "do-mi" para insertar en él.

La canción "Mariposa revoltosa" es un ejemplo de canción "pentatónica" dentro del más puro estilo de la pedagogía musical clásica.
Un nuevo ejemplo de canción pentatónica: "Tararí-tarará".

Las tres canciones siguientes siguen trabajando la escala pentatónica, concretamente la de "do". No se debe ampliar en infantil el estudio de dicha escala. Los límites que establece relacionados con la tesitura, el ámbito y los intervalos que en ella se desarrollan son adecuados a esta etapa educativa y se prorrogan a la educación primaria. Las tres canciones siguientes "Caballito de cartón", "Canción matinal" y "El sol" quedan dentro de ese ámbito de actuación.



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